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Hace muchos años me ocurrió algo en Barcelona que nunca jamás olvidaré. Pasaban ya unos minutos de medianoche cuando finalmente llegué a una placita de Montjuïc en la cidad de Barcelona. Me paré en la entrada de la placita y me puse a contemplar Barcelona con el Tibidabo al fondo. Me esperaba una larga noche. Mientras me imaginaba aquello que la noche me podría deparar un hombre algo mayor subió las escaleras y me dijo buenas noches. ¡Ya está, pensé! Otra vez. Como siempre ningún chico joven a la vista y ya un un hombre mayor echándome los trastos. Un poco antes de empezar a caminar para deshacerme de este incordio habitual en este tipo de sitios me dió por echar una mirada ràpida a aquel hombre que tan directo pareciía ir al grano.Y entonces, no me lo podía creer. Imposible. No podía ser.
- Buenas, buenas, buenas noches1 Usted, usted, usted no es Mario Vargas Llosa?
- Pues si jovencito, yo mismo, hace buena noche aquí.
- Si, sí, en fin, nunca me hubiera imaginado verlo por estos parajes.
- Estaba en el hotel y no me podía dormir y me dije date una vuelta por Barcelona y como por la ciudad todo sería gente parándome me dije de buscar un sitio más tranquilo.
- Je, je, por lo mismo he venido yo buscando tranquilidad ...
Seguimos hablando así durante unos minutos. Yo no sabía que hacer. Había ido al parque buscando un chico joven y me había encontrado a un hombre mayor. Pero era Mario Vargas Llosa. No sabía que hacer. Finalmente me di cuenta que Mario no tenía ni idea de lo que se cocía en aquella zona de Montjuïc.
Hubó un momento que paso un chico muy de mi gusto que me hizó un gesto de querer liarse conmigo. No sabía si seguir continuando hablando com Mario Vargas Llosa o seguir aquel chico que tanto me gustaba. Entonces me desperté y me di cuenta que todo había sido un sueño. Aquella misma tarde había estado en una conferencia que Vargas llosa había dado en Barcelona.
Un somni? En tot cas un malson, quin horror veure a Vargas Llosa amb la polla a fora esperant algun felador voluntariós sense escrúpols!
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